Con los años hemos ido evolucionando en la elaboración de los panes y pasteles, lo que nos ha facilitado el ofrecer variedades nuevas y diferentes. Sin embargo, en el caso del pan, seguimos confiando en la masa madre de siempre. ¿Por qué? Sigue leyendo y te lo explicaremos.
En general, la masa madre es un fermento compuesto por harina y agua que no contiene levadura añadida porque es la harina la que tiene levaduras y bacterias que ayudan a la fermentación de esta masa.
Con todo este proceso, lo que conseguimos es dar un sabor y un aroma muy característicos al pan que controla a su vez la acidez.
La masa madre es una de las favoritas para todas las personas, y por eso la elegimos en Tahona de Chana para ser la base de todas las variedades que encuentras en nuestra sección de panadería. Trabajamos con dos tipos de masa madre: la masa artesana y la masa dura.
El primer tipo de masa madre con el que elaboramos los panes de Tahona de Chana en Málaga es el artesano.
Es una masa de alta hidratación que permite que las masas reposen durante mucho tiempo antes de elaborar el pan, lo que consigue que el producto final tenga una corteza más gruesa y crujiente, una miga muy alveolada (con agujeros, una de las favoritas), un color tostado y un sabor muy intenso.
Este segundo tipo de masa madre, la masa dura, se hace con harina candeal. Antes de hacer el pan, se pasa por una refinadora que le saca todo el aire, y como resultado conseguimos un pan con miga muy tupida y blanca. Este tipo de pan es el más típico de Andalucía, y que puedes comprar en cualquiera de nuestras tiendas de Estepona, Mijas, Benalmádena…
La masa dura consigue un producto que, después de un par de días en la panera, te deja impregnado el delicioso olor a pan.
Si quieres más información sobre los tipos de masa madre que trabajamos, o sobre nuestras tiendas, contacta con Tahona de Chana.